Corria el año mil novescientos noventa y pico y yo, en mi adolescencia, me dedicaba cual acérrimo defensor
de las prácticas
de la adolescencia que tanto ayudan al pais, a ver televisión todo el dia. Entre los masajes
de utilisima y uno que otro sostén en HBO, pasé por el canal
de los deportes y sucedió algo que me inmovilizó; Ví al auto más hermoso del planeta a muschoscientos quilometros por hora deslizarse con la gracia
de una gacela y la fiereza
de un chetaah. Acababa
de presenciar
un pedazo del resúmen del rally
de nosequeaño donde mostraban la coupé megane.
Leer masAsi transcurrieron los años de estudio, fiesta y bolsillos vacios, hasta mis primeros laburos.. esos que me permitian seguir de fiesta y con los bolsillos vacios. Y a cada rato veia algún degenerado malnacido conduciendo una coupe.. que obviamente no se merecía. Me tomaba colectivos y taxis y a la noche llegaba a mi casa a poner el need for speed, mi unico aliciente virtual.
Ya con los 30 mirando el reloj y dando golpecitos en el piso, esperando mi llegada, puedo decir que economicamente salí adelante, asi que junté unos mangos y con el entusiasmo de un nene que llega con todas las monedas y las pone en el mostrador y dice "Quiero un conogol!", me puse a buscar que auto comprar, de los usados, claro está.
Perdon mi verborragia y la falta de sorpresa de mi relato, pero quiero explicar bien como viene la mano para que no me juzguen con la mente las decisiones que tomé con el corazón.
Asi me subí a un par de coupes 98, una más destruida que la otra, y cada vez que me subía tenía esa sensación de "auto viejo" que me desencantaba, y las promesas de los vendedores de chicas y mucha potencia no lograban convencerme, el auto no era un medio para un fin sino un fin en si mismo.
Hasta que hace un mes salió un aviso en un periódico local que rezaba con apenas pocas palabras "coupe megane 98 impecable" como ocultando el verdadero significado que en mi producia. De puro ututo, ya que estaba totalmente desencantado de las coupes, llamé a esta persona y pase a ver el auto. Que épocas trajo a mi memoria la primera vez que subí a este auto, el olor, las texturas, el tapizado... impecable. Ese fue el momento que iba a poner tapones en mis oidos cada vez que, totalmente en vano, pedía consejos sobre si comprarme este auto, ya que estaba mas andado que silvia suller despues de irse de vacaciones a 5 barcos de la armada durante un año: 240.000 km
Con la razón golpeandome lo mas duro posible en mi cabeza y apenas logrando meter uno que otro pensamiento, llevé el auto a que lo checkeara el mecánico de un amigo, una persona muy experimentada que odia las coupes: que mejor juez que éste. Me dijo que por dentro estaba impecable, que era la primera coupe que veia en ese estado. Pero me advirtió de los quilometros, que no eran pocos, pero la mayoria de las que habia visto eran del mismo calibre, entre 180.000 y 220.000. La coupé (a esta altura, una falta de respeto decirle "auto"), tenia, empero, un problema grave; el dueño anterior en su afán de deportividad habia hecho bajar la coupe, no comprando amortiguadores especiales, sino recortando los espirales, lo que destruyo los amortiguadores, lo que hacia del auto que quede como carreta.
Con las cartas sobre la mesa y la coherencia gastando sus ultimos cartuchos sobre mi corazón decidido, fui con el vendedor y le dije "me la llevo". Me acordé de una actriz de la cual estaba enamorado de chico, absolutamente hermosa cuyos años parecieron no afectarle, y con analogía en mano, preguntando a todo el mundo si no saldrian hoy en dia con ella y obteniendo respuesta positiva, es que tengo hoy en mis manos a mi coupe: "Michelle"

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